
Los linfocitos T son importantes para combatir las infecciones y los agentes patógenos. Pero hay algunas células T que reaccionan y atacan al propio organismo dando lugar a enfermedades autoinmunes, como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
Este grupo de investigadores ha identificado las “células T reguladoras”, que serían cruciales para detener a las células T dañinas que provocan la enfermedad, y que se podrían utilizar como terapias potenciales para tratar las enfermedades autoinmunes.
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