
Aunque se han encontrado variantes genéticas en el gen NOD2 que incrementan el riesgo de EII en europeos, pero que no está presente en la población asiática.
Este descubrimiento es muy importante en el tratamiento de la enfermedad, porque los fármacos que se están desarrollando actualmente se basan en estudios genéticos.
Fuente: elcorreogallego.es 20/07/2015
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