La Enfermedad Inflamatoria Intestinal pediátrica presenta diferencias respecto a la de los adultos. Por lo general es más extensa, más difícil de controlar y repercute directamente en el crecimiento y la maduración sexual.
Además la aparición de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa a edades tempranas suele tener un impacto importante en los pacientes debido a que se encuentran en una fase de evolución y crecimiento, y la EII puede condicionar su vida a nivel físico, social y educativo.
Se ha comprobado que los niños que padecen Enfermedad Inflamatoria Intestinal son más proclives a sufrir problemas de ansiedad, tristeza, inseguridad y baja autoestima, comparados con pacientes de otras patologías crónicas. Por ello, es recomendable que sean atendidos por un equipo multidisciplinar que incluya al personal de enfermería y a psicólogos para guiar a los pacientes y a su familia en la responsabilidad y el autocuidado de su patología con el fin de mejorar su calidad de vida.
Fuente: europapress.es 10/11/2015
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