La EII
está asociada con un aumento significativo del riesgo de desarrollar herpes zóster, en especial en los pacientes que toman medicamentos inmunosupresores,
según demuestra un estudio sobre más de 100 mil pacientes con EII.
Por ello, los investigadores no recomiendan que a las personas
con EII se le aplique
la vacuna contra el herpes zóster.
El equipo de la Dra. Millie D. Long, de la University of North
Carolina, identificó a más de 108 mil pacientes menores de 64 años con
EII, incluidos 50 mil con enfermedad
de Crohn, 56 con colitis ulcerosa
y mil 269 con EII de
tipo desconocido.
El equipo detectó mas de 2000 casos de herpes zóster en el grupo con EII y
4000 en el grupo de control, según se publicó en el Alimentary Pharmacology
& Therapeutics.
En los pacientes con EII, la incidencia anual de herpes zóster era de 734 por cada
100 mil años/persona, comparado con 437 en el grupo sin EII. La incidencia era
"algo más alta" en los pacientes con enfermedad de Crohn que en aquellos con colitis ulcerosa.
Además, para determinar cómo los fármacos inmunosupresores influían
en el nivel de riesgo, el equipo realizó un análisis de variables múltiples de
casos.
El resultado fue que el uso de las tiopurinas, los corticoesteroides y los agentes antiTNF estaban independientemente
asociados con el herpes zóster en la población con EII, no
así el uso de 5-ASA.
Por tanto y como se trata de una vacuna viva, está se
encuentra contraindicada en pacientes inmunosuprimidos (tratados con
corticoesteroides, 20 mg/día durante más de dos semanas; agentes anti-TNF y
quimioterapia).