Los fármacos biológicos o anti-TNF han supuesto una revolución en el
tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal moderada y grave,
que no responde a los tratamientos convencionales.
Las terapias biológicas se obtienen a partir de
organismos vivos mediante la biotecnología. Estas son eficaces para
tratar los casos graves de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa debido
a que ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes reduciendo
los síntomas, las hospitalizaciones, las complicaciones asociadas e
incluso el número de cirugías.
Actualmente también están disponibles en el mercado los biosimilares,
debido a que la patente de los fármacos originales ha expirado. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que a pesar de que el biosimilar ha
demostrado una eficacia y seguridad similar al medicamento de
referencia, no son idénticos y por tanto, no intercambiables.
La sustitución de uno por otro debe ser controlada y
debe quedar en manos exclusivamente del especialista. En este sentido,
la decisión de cambiar un fármaco por otro no debe estar sujeta a
motivos económicos, si no que la sustitución de un fármaco en un
paciente con tratamiento estable debe ser una decisión compartida entre el especialista y el paciente.
Fuente: ConSalud.es 07/06/2016