Cada vez hay más casos de niños y adolescentes diagnosticados de Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
Generalmente se habla de en qué consiste la enfermedad, los
tratamientos, la nutrición y las complicaciones que pueden aparecer,
pero tanto los pacientes pediátricos como los adultos suelen pasar por
distintas etapas a nivel emocional tras el diagnóstico, necesarias para
la posterior adaptación a vivir con una patología crónica como la
enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa:
La primera etapa es
la "Negación". Tras el diagnóstico hay cierto alivio, pero al mismo
tiempo puede surgir incredulidad hacia lo que está pasando y ante el
hecho de que se trata de una enfermedad que no tiene cura.
La
segunda etapa es el "Miedo", ante una situación nueva y desconocida. En
esta fase es necesario el apoyo familiar y de algún grupo de pacientes e
información fiable sobre la patología para aliviar la ansiedad.
La tercera etapa es la "Ira" y la "Frustración". La frase más típica de
esta etapa es "¿Por qué me ha tocado a mí?" Esta fase puede ser
positiva si motiva al paciente a buscar soluciones a sus problemas, pero
sino se conduce correctamente puede producir el efecto contrario. El
apoyo familiar, de grupos de autoayuda y de profesionales es
determinante para superar esta fase.
La cuarta etapa es la del
"Duelo" y la "Depresión". Existe sentimiento de pérdida por los cambios
que surgen en la vida cotidiana y personal.
Tras superar todas
estas fases, generalmente llega la "Aceptación" y la "Adaptación" a las
nuevas circunstancias. Es el momento en el que el paciente se da cuenta
que ha de realizar ciertos ajustes en su vida para acoplarse al hecho de
tener una patología crónica que cursa con brotes y etapas de remisión.
Es frecuente que vuelvan a surgir estas etapas durante un rebrote de la enfermedad.
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Fuente: elnuevoherald.com 24/07/2015