Un estudio muestra que las mujeres que no habían
querido tener hijos se sometían más a cirugías para tratar la enfermedad
que aquellas que querían quedarse embarazadas.
Un estudio liderado por el gastroenterólogo de la Universidad de
Leeds, en Reino Unido, Christian Selinger, ha mostrado que el
desconocimiento que muchas mujeres tienen de las terapias para la
enfermedad inflamatoria intestinal hace que no se queden embarazadas por
miedo a que estas terapias afecten a su fertilidad.A esta conclusión han llegado tras analizar a más de 1.300 mujeres con esta patología, que consiste en la inflamación crónica o recurrente del tracto gastrointestinal, de las cuales, casi 1 de cada 6 no habían sido madres porque eran mayores, tenían síntomas agudos de la enfermedad o no habían sido conscientes de las opciones que existen para tener un bebé. Esta enfermedad no necesariamente reduce la fertilidad, si bien es verdad que hay ciertos medicamentos o tratamientos quirúrgicos para tratarla que pueden reducir las probabilidades de concepción.
En este sentido, en el estudio los investigadores comprobaron que las mujeres que no habían querido tener hijos eran más propensas a tener más hospitalizaciones y a someterse a más cirugías para tratar la enfermedad, que aquellas que ya habían sido madres o querían quedarse embarazadas. Además, las mujeres que no tenían planes para tener hijos también estaban preocupadas por si el bebé heredaba la enfermedad o por si iban a tener dificultades para criarlo como consecuencia de la patología.
Fuente: JANO.es Medicina y Humanidades 08/04/2016, e InformativosTeleCinco.com 08/04/2016