Los casos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se han
triplicado en España durante los últimos años. La EII cursa con etapas
de brote y remisión, además de acompañarse de una serie de
manifestaciones fuera del aparato digestivo denominadas “extraintestinales”. La afectación articular es una de las más frecuentes.
Debido a que los síntomas extraintestinales inciden de manera
negativa en la calidad de vida del paciente, ACCU La Rioja ha realizado
en el mes de octubre una ponencia sobre el impacto de la enfermedad inflamatoria intestinal en el aparato locomotor, impartida por el Dr. Ángel Fernando Elena reumatólogo del hospital San Pedro de Logroño.
Las artralgias (dolor en las articulaciones) son la manifestación más frecuente y aparecen en un tercio de los pacientes. La espondiloartrosis es la más habitual en las extremidades inferiores sobre todo, en la zona del talón.
La espondilitis anquilosante (EA) se caracteriza
porque en su aparición no muestra diferencias entre la enfermedad de
Crohn y la colitis ulcerosa, ni por sexo. Además, suele seguir un curso
independiente de la actividad inflamatoria de la EII.
Para tratar esta problemática se dispone de un amplio arsenal
terapéutico, dentro del cual la salazopirina sería la primera opción. El
siguiente escalón sería el metotrexato y, en menor medida, la
azatioprina o la mercaptopurina. La terapia biológica estaría indicada
en los casos en que la enfermedad articular persista a pesar de recibir
el tratamiento convencional.
El reposo y dormir adecuadamente,
mejora la sensación de cansancio y fatiga. Esto es especialmente
importante cuando se produce una reactivación de la inflamación.
Otro punto a tener en cuenta es la actividad física,
porque ayuda a mejorar la rigidez, la flexibilidad y la limitación de
los movimientos. El consumo de tabaco influye de manera negativa en el
curso de la enfermedad y en la efectividad de los tratamientos.
Fuente: ACCU España 21/102016